YA NO HABRA LUGAR PARA PIEDRAS

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En realidad no puedo cambiar mi estatura
Pero sí puedo cambiar la altura con la que me pongo de pie.
En realidad no puedo cambiar mi edad
Pero sí puedo cambiar cuan joven me siento.
En realidad no pudo cambiar cuanto puedo ver
Pero sí puedo cambiar cuanto puedo conocer.

En realidad no puedo cambiar el color de mi piel
o el sonido de mi voz,
Pero sí puedo cambiar los colores de mis expresiones.
En realidad no puedo cambiar la estructura de mis huesos
Pero sí puedo cambiar la estructura de mis pensamientos.
En realidad no puedo cambiar la frialdad que recibo
Pero sí puedo cambiarla calidez con la que doy.
En realidad no puedo cambiar mi naturaleza sensible,
Y Dios sabe que lo he intentado,
Pero sí puedo cambiar la naturaleza de mi medio ambiente:
Ya no habrá lugar para piedras
Sino solo para tierra fértil y suave,
Donde flores como yo puedan crecer,
Donde podamos apreciarlo todo,
Donde todos nuestros dones puedan brillar…
Donde todos podamos convertirnos en los héroes
Que estábamos destinados a ser.